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Uri Ruiz Bikandi, experta en bilingüismo: 'Que puedan desaparecer idiomas como el euskera es querer que el mundo sea un bosque de un solo árbol'

29/11/2004

Uri Ruiz Bikandi (foto Alex Larretxi-DNN)
Uri Ruiz Bikandi (foto Alex Larretxi-DNN)

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Charla de la profesora de la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea Uri Ruiz Bikandi en Pamplona. Ofreció una mirada ecológica sobre la lengua ('que desaparezcan los idiomas es hacer del mundo un bosque de un solo árbol, un pino oscuro invadiendo todos los paisajes'); una visión social ('en el respeto de la diversidad está la clave no sólo de la actual cohesión social sino la integración de nuevos grupos como los inmigrantes') ; y un toque de atención desde la psicología a la clase política ('las lenguas son una materia de alta sensibilidad y ningún político puede despreciar ni minusvalorar ninguna porque afecta a los más íntimo de cada persona', concluyó). Este es el resumen publicado por El Diario de Noticias de Pamplona.
Jesús Iribarren/Iruña-Pamplona. ¿Qué es la lengua? Lo más individual y lo más colectivo, un instrumento que permite reconocer al otro y sacar las emociones propias.

La experta Uri Ruiz Bikandi consideró básico, antes que nada, saber de qué se está hablando y explicó que una lengua es un elemento que conecta lo más individual de una persona con lo más colectivo del grupo en el que se maneja y a ambos sujetos con la realidad que les rodea. "El lenguaje es la facultad humana que permite comunicarnos y pensar, es decir, la posibilidad de intersubjetividad, de reconocer el pensamiento propio y del otro. Las palabras son el instrumento que los humanos tenemos para pensar y relacionarnos los unos con los otros. La lengua -continuó- es un elemento nuclear también de la identidad de cada grupo humano. Es un instrumento colectivo para celebrar la alegría, consolarse en el dolor, para quererse y odiarse, para actuar y transformar el mundo". Esa "relación entre ser lo más profundo del ser individual y también rasgo identitario del grupo, es lo que convierte a las lenguas en elementos culturales de alta sensibilidad", dijo.

UNA MIRADA ECOLÓGICA

Respetar la diversidad cultural como la medioambiental: el riesgo de bosques sólo de pinos y de sociedades monolingües

Uri Ruiz Bikandi utilizó un símil muy ilustrativo para defender la necesidad de mantener y potenciar la diversidad lingüística y cultural como una riqueza de cada sociedad y del mundo en general . "La diversidad lingüística es el correlato en el terreno humano de la diversidad en otros ámbitos de la vida. Cada lengua representa una de las muchas versiones posibles de la capacidad humana de mirar al mundo. El bilingüismo -explicó- representa la capacidad de compartir dos culturas, dos miradas, dos modos de observar la realidad desde distintos ángulos, y es una suma, una ganancia neta para quien conoce otra lengua además de la propia. Cada nueva lengua que se incorpora constituye una puerta abierta al interior de un grupo social". En su opinión, "las relaciones entre dos grupos lingüísticos distintos pueden ir desde la convivencia respetuosa a la aniquilación, asimilación o segregación. No obstante, las sociedades monolingües (que identificó con bosques sólo de pinos) son las excepciones en las sociedades humanas y buena prueba de ello es Navarra -dijo- donde a lo largo del tiempo hay distintos grupos lingüísticos entre los que el vascohablante destaca por ser el de más larga trayectoria aunque haya recibido la presión a lo largo de los siglos del romance, erigido como lengua oficial. No obstante, al día de hoy los datos animan al optimismo porque el sentido de comunidad de las gentes navarras está por encima de las diferencias políticas o lingüísticas."

LA CLAVE SOCIAL

Lo que está en juego es la cohesión y armonía social, además de la integración de los nuevos inmigrantes

Uri Ruiz Bikandi sostiene que "favorecer el bilingüismo apunta a facilitar la comprensión entre las diversas comunidades y permite las más altas cotas de cohesión social". En este sentido, Ruiz Bikandi abunda en que "las sociedades cohesionadas sólo se pueden lograr en base a un respeto exquisito a cada uno de los grupos lingüísticos y culturales que las componen y a hacer posible la relación fluida entre ellos en condiciones lo más igualitarias posibles. La tentación de asimilacionismo o de dominio de un grupo por otro, además de crear divisiones profundas en el seno de las sociedades, puede provocar tensiones que dan lugar a reacciones virulentas sabidas en distintos momentos de la historia".

PRUDENCIA POLITICA

La responsabilidad política pasa por asumir la diversidad, no por despreciar una lengua, porque afecta a algo muy sensible

Esta experta, volviendo a su definición inicial en una revisión del concepto de "despolitización de la lengua", advirtió que "la falta de respeto a la hora de referirse a la lengua o a los hablantes (vale lo mismo para el euskera aquí que para el castellano en EEUU), la negación de sus derechos, la desvalorización de su bagaje y los agravios comparativos, deberían ser evitados en aras de la cohesión y la paz social. Cuando desde las instancias de poder político tienen en cuenta en sus proyectos la variedad lingüístico-cultural de la sociedad y asumen esa diversidad como un bien y una seña de identidad colectiva, favorecen la interacción social y constituyen una garantía para abordar la gestión democrática de los conflictos que esa diversidad genera". En este sentido Ruiz Bikandi señala que esto tiene una gran actualidad en un momento en el que grupos culturales hasta ahora alejados geográficamente, empiezan a tener una gran presencia en nuestra sociedad. "De la gestión de las relaciones con ellos, del cuidado con que se aborde el tratamiento de la especificidad dependerá en gran medida la calidad de la convivencia futura. Que las instancias políticas acepten el hecho bilingüe como rasgo definitorio de la sociedad tiene como consecuencia lógica que ésta sea presentada como tal ante los nuevos ciudadanos. Si la imagen que se proyecta de la propia comunidad olvida y oculta sistemáticamente la realidad cultural y lingüística de una buena parte de la población, se está dificultando a los recién llegados el conocimiento de la sociedad de acogida y facilitando posteriores desencuentros, tensiones y malentendidos", señala, alertando sobre que sólo el castellano sea la lengua vehicular que se refuerza en programas forales con los inmigrantes.

INGLÉS

Potenciar las lenguas francas, compatible con mantener las señas propias para no acabar en un planeta monocolor

Respecto a otro tema de actualidad como la introducción del inglés en edades tempranas y las tentaciones institucionales de contraponerlo como disyuntiva al euskera, Uri Ruiz Bikandi (con una amplia bibliografía sobre este tema a sus espaldas), expuso una reflexión que de alguna manera resumía y redondeaba su comparecencia: "El conocimiento de una lengua franca de uso internacional, como el inglés, resulta necesario para el mantenimiento de relaciones internacionales. Sin embargo, su aprendizaje y su uso no debería en ningún caso sustituir al que corresponde a las lenguas de la comunidad que constituyen vehículos de socialización y de identidad personal y colectiva. Frente al riesgo creciente de convertir el planeta en un paisaje lingüístico y cultural monocolor, es deber de cada sociedad preservar y desarrollar su propio legado, activando mecanismos que protejan y potencien su diversidad lingüística y cultural frente a los intentos asimilacionistas o de simple arrase cultural. No hacerlo podría resultar suicida".

(publicado el 27-11-2004 en Diario de Noticias de Navarra)


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