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Buenos Aires, Argentina. Además de hacer una gran difusión del euskera, Euskaltzaleak siempre está dispuesta a organizar otro tipo de actividades culturales. La de esta semana ha sido particularmente especial ya que han participado en ella invitados poco comunes para las euskal etxeak del Río de la Plata, recién llegados de Euskal Herria.

La jornada comenzó a las siete de la tarde, con una charla de Koldo Zabalondo sobre Euskal Herria, el baserri y el roble. Zabalondo nació en Elgeta pero en la actualidad vive en un pequeño pueblo de Araba, en Etxegoien. Este amante del euskera --“yo estudié filología vasca porque quise, no porque necesitara un título”-- es carpintero y conversó con los presentes sobre un árbol muy significativo para el pueblo vasco: el roble.

[El elgetarra Koldo Zabalondo durante la charla que ofreció en Euskaltzaleak]

En relación con este tema, también habló sobre los baserris y especialmente sobre el lugar fundamental que tiene la sukalde (cocina) en la cultura vasca: “En las cocinas de los baserris nuestros antepasados no sabían castellano, por esa razón sus estructuras sintácticas eran exactas, nunca metían la pata. ¿Qué pasa hoy en día con el euskera? Está contaminado. Contaminado por el castellano. ¿Por qué digo que la cocina del baserri es el templo, el santuario, la catedral del euskera? Porque allí nuestros abuelos hablaban en euskera. La cocina funciona como la universidad de la identidad vasca. Toda la transmisión cultural se ha hecho allí. Allí nos reprendieron, allí lloramos, allí aprendimos a rezar, allí nos contaron la historia de Euskal Herria.”

Concierto de Soinu Bidea

Una vez concluida la charla, los diez integrantes del coro Soinu Bidea de Basauri brindaron un concierto. Dirigidos por Gerardo Carbajo, prepararon un espectáculo dividido en dos partes. En la primera combinaron canciones de distintos orígenes entre las que se pueden mencionar A prayer, Historia de las sillas y Siya Hamba. Para el segundo tramo, en cambio, eligieron temas vascos tradicionales como: Nerea izango zen, Atxia Motxia, Eperrarena, Ixil-ixilik, Aurtxo txikia y Maritxu nora zoaz. Para terminar y respondiendo al pedido ferviente del público, ofrecieron Euskal Herriko semeak.

[Integrantes del coro Soinu Bidea en plena actuación]

Primer contacto con la Diáspora

“El proyecto de venir a Argentina --cuenta la integrante del coro Marta Erdoiza– es un proyecto de hace tiempo. Llevamos años queriendo venir pero el tiempo fue pasando y se necesitaba mucho dinero. Por eso, en el 2007 lo comentamos y nos propusimos que este año sí o sí vendríamos. Ahorramos durante todo un largo período y acá estamos”.

[De izquierda a derecha, Gerardo Carbajo (director del coro), Teresa Zavaleta (presidenta de Euskaltzaleak) y Margarita Burua (tía de una de las integrantes del coro)]

Este coro tradicional de Basauri se ha presentado en una incontable cantidad de lugares en todo el mundo, de Rusia a España, de Grecia a Cuba; pero el primer contacto con la Diáspora vasca lo han tenido en Buenos Aires. “Todos hemos estado muy emocionados. Después de cantar comentamos que Agur Jaunak no nos salió muy bien –reconoció Marta– era la primera canción y es muy, muy especial, por eso empezamos casi todos llorando. Para nosotros es muy emocionante estar acá porque conocemos nuestra historia. Sabemos de dónde vienen, por qué vino la gente hasta aquí, todos tenemos familia por acá. Después de vivir esta experiencia trataremos de seguir en contacto con la Diáspora”. Terminado el concierto, los invitados y los anfitriones compartieron unas empanadas y un vino y cantaron canciones tradicionales hasta entrada la noche.