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Anari, concierto en Euskal Etxea de Barcelona: El primer epílogo, prólogo de una cantautora inmensa (La Vanguardian)

2017/04/23

La decisión de su banda de acompañarla en directo, hace relativamente poco, impidió un cambio de local al no haber ninguno disponible, pero el centenar de asistentes anoche al centro cultural Euskal Etxea de Barcelona pudieron, en cambio, vivir de muy cerca la maravilla en que se ha convertido Anari.

Lotura: La Vanguardia

Rafa Quílez/ Efe. Y todo ello pese al calor, al local -un tubo que tanto recuerda el Karma como el Sidecar como el antiguo Communiqué- y los problemas de acústica, resueltos con mano de orfebre por el técnico de directo de la de Azkoitia, Martxel Arkarazo, hijo de Kaki, excomponente de Kortatu y Negu Gorriak y uno de los mejores productores del Estado.

Durante dos horas, el Gòtic barcelonés -ahora conocido como Born- se sumergió en la cultura vasca contemporánea de la mano de una mujer fuertemente emparentada con el matriarcado euskaldun, no en vano dirige una banda totalmente masculina con pulso firme.

Para ello, desde la primera canción, "Intro (Geure alde)", la pieza instrumental que abre su último EP, "Epilogo bat", Anari planteó un primer bloque donde sonaron, no en el orden del disco, esas seis nuevas composiciones motivo de su presencia en la capital catalana.

O sea: "Laugarren azalberritzea", "Parentesien arteak", "Autodefinitua", la excepcional "Piromania", con explicación de la noticia de una pirómana gallega que originó el tema, y "Epilogoa", fluctuando entre medios tiempos espesos y composiciones que iluminaban la cara de la audiencia.

Luego fue el momento de un segundo bloque de sus grandes éxitos, temas que el público, vascohablante en un 80 por ciento, pese a lo cual Anari, que el día antes había actuado en Sant Feliu de Guíxols (Girona), utilizó el castellano y el catalán en sus alocuciones, coreó y cantó.

Y Anari se desató con el foco en su anterior obra, "Zurre aurrekari penalak", de la que sonaron "Ametsen eraiste neurtua", "Arquimedes" -con una divertida introducción sobre la introducción en la pareja de una tercera persona como metáfora del principio del sabio griego-, "Orfidentalak" -su mejor canción, con un apoteósico final al piano- y "Oreinak".

También repescó "Isla" y "Harriak", del disco "Irla Izan", e incluso picoteó en su tercer álbum, "Zebra", de donde rescató "Aingura Hegodunak", y sorprendió con una versión no de Laboa ni de Dylan, sino en este caso de Nick Cave, una "The ship song" que sonó robusta y llena de matices.

Inició el primer bis en solitario con la guitarra, entonando "Nola Galdu?", de "Zure aurrekari penalak", y prosiguió con otra canción de ese mismo elepé, "Hareago", ya respaldada por su banda: Mikel Abrego -batería-, Mariano Hurtado -guitarra, piano y teclados-, Borja Iglesias -guitarras- y Drake -bajo-.

"Ihia" de "Irla Izan", fue el preámbulo para la explosión de "Gu", incluida en "Zebra" pero popularizada en el directo "Bidea eta Denbora" al ser la pieza que sonaba, seis minutos después de acabar el disco, interpretada junto a Karlos Osinaga de Lisabö.

Como remate, en el segundo bis, "Amua", de "Irla Izan", con el micrófono cedido a un grupo de chicas para que emularan el vídeo de "Gu" y cantaran a todo pulmón.

Veinte años después de su aparición, Anari ha puesto el epílogo a la primera parte de su carrera, pero su estado de forma y su madurez actual hacen pensar en que ha sido en realidad el prólogo, y que ahora es cuando aún tiene que venir todavía lo mejor de su ya excelente obra. 



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