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La reforma fiscal vasca incorpora alicientes económicos para científicos, técnicos y financieros que vengan desde el extranjero (en El Correo)

13/11/2017

Un gancho fiscal para atraer a Euskadi a profesionales de éxito. La reforma fiscal vasca incorpora alicientes económicos para científicos, técnicos y financieros que vengan desde el extranjero

Enlace: El Correo

Manu Álvarez. Ir a Londres para intentar atraer a empresas financieras y profesionales en la gestión del dinero está bien; más aún en un momento en que el ‘Brexit’ puede dinamitar una parte de la ‘City’, que se verá obligada a buscar acomodo físico en alguna zona dentro de la Unión Monetaria. Pero hacerlo con un catálogo de ‘precios’ fuera del mercado es poco recomendable, porque la campaña de marketing se vuelve en contra. Ir a la ciudad del Támesis para decirles a los financieros cómo están las cosas de verdad, es tanto como fracasar antes de iniciar la fase de seducción. ‘Vengan a Euskadi a trabajar, les cobraremos un Impuesto de Patrimonio que ustedes no pagan aquí. Se van a enterar. También les atizaremos con un tipo marginal del IRPF del 49%, frente al 45% que tienen ustedes ahora en el Reino Unido. Y, por si fuera poco, ustedes pueden encontrar condiciones fiscales similares a las que ya disfrutan en otros lugares de Europa. En Madrid, sin ir más lejos’. Así no hay quien haga una campaña de captación, pero es la realidad que existía hasta ahora en el País Vasco e incluso la que aún sigue vigente.

En ese contexto, el PNV y el PSE han acordado una modificación en la normativa del IRPF, que previsiblemente entrará en vigor el próximo año, para tratar de cubrir ese gran agujero. Forma parte del conjunto de medidas previstas en la reforma fiscal o en la «norma de retoques», como ha venido a bautizarse con mayor rigor por su limitada relevancia.

Las diputaciones forales quieren remediar ese déficit de atractivo que tiene el País Vasco, también en la captación de personas y no sólo de empresas, con el objetivo de «crear un ecosistema» que facilite la atracción de profesionales de élite. Elementos singulares –acotados a la ciencia, la investigación y el desarrollo, el ámbito técnico y también el financiero–, que además del reto profesional también están dispuestos a valorar el impacto económico en sus bolsillos.

Las ventajas tributarias que se ofrecen

IRPF: El 15% de la renta que obtengan con su trabajo en el País Vasco estará completamente exenta en el IRPF. Tampoco se gravarán los ingresos que genere su patrimonio situado en el extranjero, de la misma forma que los rendimientos de este tipo que puedan obtener el cónyuge y sus hijos. Tendrán acceso a esta rebaja el año que llegan y otros cinco.
Patrimonio: Estarán totalmente exentos los bienes que el impatriado y los familiares cercanos que convivan con él posean en el extranjero. La principal condición para ello es que esos bienes no estén depositados en un país que pueda calificarse como ‘paraíso fiscal’.
Gastos: No se computará como ingreso la parte de la remuneración que reciba el contribuyente y que esté destinada a compensar los gastos ocasionados por su desplazamiento. Es el caso del alquiler de la vivienda, mudanza, algunos viajes, colegios, etc.
15%: de la renta que obtengan con su trabajo en el País Vasco estará exenta en el IRPF.
100%: de las rentas que obtengan en el extranjero estarán exentas en IRPF. Además, los bienes que tengan fuera no tributarán en Patrimonio.

Así, los extranjeros que vengan a trabajar a Euskadi y que encajen dentro de esas características profesionales –también los vascos que hayan estado más de 5 años fuera–, podrán acceder a una reducción considerable en el IRPF, se olvidarán de pagar el Impuesto de Patrimonio por los bienes que tengan en el extranjero e, incluso, las empresas podrán darles una remuneración extraordinaria, libre de impuestos, para atender aquellos gastos que estén generados por su desplazamiento. Lógicamente, la medida, aunque tiene una aplicación de amplio espectro, va principalmente dirigida a profesionales de salarios muy elevados e incluso a aquellos que hayan acumulado ya un patrimonio considerable a lo largo de su carrera.

«No es una panacea –aseguran fuentes de las haciendas forales–, pero es un grano de arena más para construir esa senda de aterrizaje con la que se pretende captar talento extranjero y también facilitar la vuelta de muchos vascos que se fueron en su momento a trabajar fuera». La iniciativa ha tenido un fuerte impulso por parte de la Diputación de Bizkaia –también la alavesa lo ha apoyado sin reservas–, precisamente porque una de las líneas estratégicas marcadas por el diputado general, Unai Rementeria, está centrada en la creación de un ‘hub’ financiero en este territorio.

Para elaborar esta normativa, las haciendas vascas han estudiado la legislación similar de 16 países de la Unión Europea, además de la que está en vigor en Suecia y Noruega. Y es que todos los países utilizan ganchos de este tipo para intentar ‘engrasar’ la llegada de esos profesionales de élite a su territorio. «El resultado –apuntan fuentes forales– es en realidad una mezcla de lo que aplican varios de esos países. Hemos optado por un modelo prudente después de analizar las diferentes alternativas», aseguran.

En España, los primeros indicios de una medida equiparable están ligados al fútbol. Aseguran que fue el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien convenció al Gobierno de José María Aznar de que había que poner incentivos fiscales para poder fichar jugadores galácticos y construir así la liga más relumbrante del planeta. Es conocido que en el mundo del fútbol se estila la ‘negociación en neto’, de tal forma que al jugador le da igual la fiscalidad de cada país porque él pacta lo que va a recibir y no el coste real. Así, en países de fiscalidad alta la contratación de este tipo de figuras se dispara, como le sucedía al Real Madrid en 2003 con el fichaje del británico David Beckham. De ahí nació la denominada ‘Ley Beckham’, que permitía aplicar un tipo único del 24% a los extranjeros, lo que propiciaba un ahorro considerable para ellos o, en el caso que nos ocupa, para el club merengue. El tipo marginal de la época, al igual que ahora, era del 45%.

En Euskadi, diferente

Lo cierto es que las diputaciones forales nunca estuvieron de acuerdo con aquella medida, y tan sólo se incorporaría parcialmente en el País Vasco, acotado a los profesionales que se dedicaban a tareas de investigación y desarrollo. Los jugadores de fútbol en estos lares ya disfrutaban, sin embargo, de algunas medidas de gracia como es considerar que sus ingresos mientras están en activo son una «renta irregular», lo que les permite rebajar de forma considerable la presión fiscal en el IRPF. En el caso vasco, ese tratamiento fiscal favorable para los impatriados dedicados a tareas de investigación y desarrollo apenas ha tenido adeptos, apuntan fuentes de las diputaciones. No más de una quincena de personas se han beneficiado cada año de esta ‘zanahoria’ fiscal que resultaba escasamente apetitosa. Su nueva formulación persigue, precisamente, ampliar algo más su efectividad aunque las haciendas tampoco esperan una avalancha de extranjeros de élite recalando en Euskadi.

La Administración central ha modificado hasta en dos ocasiones aquella ‘Ley Beckham’ para suavizar las cosas, ya que el asunto llegó a tener tintes de semiescándalo por el agravio tan abismal que generaba entre profesionales que, haciendo lo mismo y ganando cifras similares, aportaban sin embargo cantidades bien distintas a las arcas públicas. En la actualidad, el denominado ‘régimen de impatriados’ que está en vigor en España otorga una ventaja considerable sobre los primeros 600.000 euros de renta, que tributan al tipo del 24%, pero a partir de esa cantidad se aplica sin restricciones el marginal del 45%.

José Antonio Jainaga. Presidente de Sidenor: «Para volver, la clave es tener una oportunidad»

El hoy presidente y principal accionista de la compañía Sidenor desarrolló buena parte de su carrera profesional en Francia, como alto ejecutivo de Michelin, donde llegó a director general de la división de neumáticos de turismo, con 28.000 empleados a su cargo. Volvió al País Vasco tras recibir una propuesta para convertirse en consejero delegado de Sidenor. «Las razones fiscales o las económicas, al menos en mi caso, no fueron determinantes para volver. La clave para volver es tener una oportunidad mínimamente atractiva, aunque te suponga perder dinero e incluso intuyas que el desarrollo profesional no va a ser tan ambicioso», sostiene, para defender que hay cuestiones «emocionales» que tienen un peso determinante. «Cuando estás fuera –recuerda– tu vida anterior comienza a alejarse, pierdes el contacto con tus amigos e incluso con una parte de tu familia, y es duro plantearte el futuro en un país al que no perteneces. En mi caso, uno de mis dos hijos ya había vuelto a estudiar aquí, el otro lo haría unos años más tarde. Mi mujer y yo comenzamos a darnos cuenta de que nos acabaríamos por quedar solos. Es en ese momento cuando tienes que priorizar este tipo de cosas, frente a las cuestiones económicas o profesionales. Pero para volver –concluye– alguien tiene que darte la oportunidad».

Marco Campo. Campo & Ochandiano: «No está de más, pero no es determinante»

Fundador y directivo de una de las empresas de selección de personal de más prestigio en el País Vasco, cree que un incentivo fiscal «no está de más» y también que puede ayudar, pero es consciente de que no es la cuestión fundamental. «Para atraer a profesionales de alto nivel –estima– lo fundamental, incluso más que la oferta económica, es poder ofrecerles un proyecto de carrera atractivo. También de la competencia que hacen otros para tratar de retener o atraer ese talento. Si quieres traer a un profesional que viene de países del Este, por ejemplo, tienes bastantes opciones de culminar con éxito. Si a quien tratas de fichar es a un norteamericano, lo vas a tener más complicado. ¿La razón? La oferta de Estados Unidos es enorme».

Ha apreciado a lo largo de su carrera que en determinadas profesiones relacionadas con «la biotecnología o en general con las tecnologías de vanguardia, sí hay bastante receptividad para aceptar una oferta de trabajo que proceda del País Vasco».

Al margen de algunas carencias estructurales que observa en Euskadi –una oferta muy limitada de colegios internacionales, por ejemplo–, también destaca un handicap real: «Las buenas carreras profesionales vienen de las ofertas de las grandes empresas y en Euskadi, desgraciadamente, tenemos pocas».

Francisco Javier Azpiazu. Secretario general de Cebek: «Los países también compiten por atraer talento»

Dispone de una atalaya privilegiada para conocer lo que sucede en las empresas vascas y, también, para analizar las carencias y problemas que tienen en comparación con los países del entorno, desde su puesto de secretario general de la patronal vizcaína, Cebek. No tiene duda alguna de que los incentivos fiscales para atraer profesionales de alto nivel son «importantes, necesarios y una buena medida». Sostiene que todos los países compiten con la legislación en la mano para intentar obtener una ventaja comparativa. «Los países también compiten por atraer talento –apunta–, y en eso no debemos quedarnos rezagados. Las empresas punteras pelean cuando tratan de captar esas personas que pueden permitirles dar un salto importante. Ahí es donde la Administración debe colaborar para crear un caldo de cultivo adecuado».

«En un momento en que la industria 4.0 nos plantea tantos retos de futuro, nos puede ayudar a contar con profesionales expertos en algunas materias, personas que ya hayan tenido un importante recorrido en empresas internacionales avanzadas. Y no sólo hay que pensar en el área industrial, sino también en el campo de las finanzas, donde es tan importante disponer de personas experimentadas».



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